El Algeciras se tuvo que conformar con dignificar el papel de sparring ante un Atleti infalible que desplegó toda su solidez con la frialdad de un asesino a sueldo para llevarse la victoria. Fue mucho líder para un conjunto algecirista al que es difícil poner una pega, porque se enfrentó a un adversario colosal e inabarcable que es muy superior (a él y al resto del grupo) y sin embargo no le perdió la cara al partido, hasta hincar la rodilla con la cabeza alta.
Después de haberse fajado con la bravura y la fe que le caracteriza durante 78 minutos, de haberse dejado la piel frente el Atleti de los récords, el conjunto albirrojo recibió dos goles de un rival que funciona como una máquina y que dispara con la precisión de un francotirador. Un pestañeo y 0-2. El impulso del Nuevo Mirador en los últimos minutos permitió a los de Yiyi conseguir un gol y palpar con los dedos la proeza, pero tampoco hubiera sido justo que el líder se hubiera llevado tan poco botín de La Menacha.
Queda una jornada para acabar la primera vuelta y el Atlético Sanluqueño ya se ha embolsado 48 puntos, una cifra nunca vista desde que se recuerda y que define por sí misma a un equipo impecable, con un innegable olor no ya a liguilla y a campeón de grupo, si no a ascenso. No es que sea bonito de ver en el sentido de que no es un equipo de gambeta y taconazo. No confía su fortaleza al talento vistoso de uno o dos jugadores. Pero todos los que tiene rozan el sobresaliente, porque trabajan con orden, con verticalidad y velocidad y se tienen una, no perdonan. Es un conjunto férreo, sobrio, pesado. Trabajado. Con fondo físico para lo que haga falta. Cohesionado. O se encuentra a un rival que además de todo eso tenga un par de tipos brillantes o el camino hacia la categoría de bronce lo tiene expedito.
El Algeciras dejó buenas sensaciones siempre. Pero el Atleti lo superó en todo porque es mejor. Tan sencillo como eso. El gran triunfador de la tarde fue el portero Mateo. La sensación de que el Algeciras tiene en el jimenato un portero para muchos años empieza a ser una convicción. El meta intervino por primera vez en un disparo de falta de Jorge Herrero en el minuto 3. Era un aviso. Manolo, un minuto más tarde, estrelló en la cruceta el balón de cabeza a un centro del mismo de antes. El partido estaba relativamente igualado. En el 15' Francis la mandó un poco fuera de cabeza y en el 22' Mario controló con el pecho en el punto de penalti a centro de Dani Venegas e, inexplicablemente, la mandó a las nubes. Estaba la cosa como para perdonar con el Mihura que había delante.
Mateo evitó el tanto de Manolo con otra intervención prodigiosa en el 23', cuando incluso tuvo que corregir sobre la marcha porque el balón tocó en un defensa. En el 30' le hizo un paradón de pañuelos al exalgecirista Abel, tras un jugadón de Manolo por la banda izquierda. En el 54' despejó una falta con peligro lanzada por Castillo. El Algeciras estaba cada vez más arrinconado, pero se defendía con acierto hasta que en el 55' Adrián Gallardo remató un córner al fondo de la red. Aunque el árbitro anuló el tanto al parecer por una falta del sanluqueño, la sensación era de que el Algeciras iba a acabar equivocándose y que el Atleti no iba a perdonar. En el 58' Abel intentó un tiro lejano que se fue fuera por poco, como el disparo de Jorge Herrero un poco después en un rechace que le llegó al borde del área.
Los algeciristas estaban metidos atrás por el empuje de Manolo y Jorge Herrero, pero cuando podían salíansobre todo gracias a Máiquez y Nacho Fernández, extraordinariamente solidario con sus compañeros del centro del campo.
La entrada en el descanso de Alvi por un Iván que estaba acelerado y nervioso y al que el árbitro había cogido la matrícula había provocado que el Algeciras se rehiciera e impidiera que el Atleti tuviera tanto la pelota. Los albirrojos salieron más de su campo, aunque fue un espejismo. Ni la entrada de Alexis les dio oxígeno ante un rival que los asfixiaba. Y en el 78' Adrián Gallardo pescó con la cabeza un balón que llegó de un saque de esquina y batió a Mateo, que ni por esas dejó de despertar admiración en las hinchadas local y visitante.
El Algeciras respondió con una gran jugada de Alexis en la que Alvi se topó con una buena parada del meta visitante Fran.
Casi a renglón seguido llegó el 0-2. Javi Chico quiso sacar el balón jugado de atrás (ante un equipo que se dedicó durante los noventa minutos a presionar desde ahí para evitarlo) y lo perdió ante Juanlu, que se lo entregó a Abel para que éste no fallara.
En el 88' el Algeciras marcó el del honor, cuando Manolo rechazó un lanzamiento de Alvi y Francis batió a Fran tras recoger el balón desde la derecha. La sobriedad del Sanluqueño impidió a los algeciristas tener esa última ocasión que el Nuevo Mirador siempre consigue con su aliento. Algunos algeciristas hablan de un penalti por manos de Castillo en esos instantes finales. Quizás lo hubo, quizás no. Lo cierto es que el líder fue mucho líder hasta para un buen Algeciras.
Linense - Algeciras C.F.
Hace 8 años
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