El Estadio Nuevo Mirador, un cortijo sin vallar

Las instalaciones del Nuevo Mirador son constantemente objetivo de cacos y vándalos que lo asaltan con objeto de hacer simplemente daño, o como medio pafra obtener un lucro que, en la mayoría de los casos, es insignificante a excepción dcel que se produjo en la madrugada del pasado sábado donde sustrajeron unos 6.000 euros en metálico (según la propia junta directiva), así como importante material de la tienda del club.

Y es que el aislamiento en el que se encuentra el coliseum algecireño, fuera del casco de la ciudad, y la falta de seguridad y vigilancia existentre en el mismo, hace posible que en el Nuevo Mirador se pueda entrar, de noche y a escondidas, de manera fácil y sin peligro.

La historia de nunca acabar
Los asaltos a las instalaciones deportivas de La Menacha comenzaron a producirse pocos meses después de su inauguración.
La primera vez ocurrió en el año 2001, concretamente en el mes de agosto, cuando empleados y directivos descubrieron que varios individuos había entrado en el recinto produciendo desperfectos en la tribuna, aunque no sustrajeron nada.
Como consecuencia de este hecho se produjo un enfrentamiento entre el presidente, Bernardo Martín Godoy y el concejal de deportes, Francisco Calvo, ya que el segundo acusó a la directiva de haberse dejado una puerta abierta.
Para remediarlo se contrataron vigilantes jurados que desempeñaban su labor, una vez se cerraban las instalaciones. Esta medida de seguridad duró poco tiempo, sobre todo, por el gasto que producían.

El robo del disco
Al margen, de incidentes de menor importancia que se produjeron en los meses siguientes, causó un gran revuelo el robo, según también de la junta directiva que por entonces presidía Alberto Tenorio, del disco duro del ordenador del despacho del presidente en el que, al parecer, se guardaba información trascendental para el club.
En aquella ocasión (septiembre de 2007), se llevó a cabo un gran despliege policial que se personaron en el campo para recabar toda la información todo el tema, sin que finalmente se supiera que pasó.
Otro asalto importante se dio hace algo más de dos años, concretamente el 8 de noviembre, cuando unos desaprensivos entraron con sus vehículos en el campo destrozando casi la totalidad del césped, al margen de romper banquillos, porterías y un largo etc., lo que casi impidió que se celebrara el partido frente al Murallas de Ceuta.
Pero aquí no acaba las profanaciones al estadio algecireño, ya que últimamente se han producido en otras dos ocasiones; la última el pasado mes de agosto, cuando un indivisio con un coche robado quiso introducirse en el campó, a través de una de sus puertas laterales, no consiguiendolo pero causando también importantes destrozos.
Como consecuencia de todos estos hechos, y como mal menor, a últimos del 2008 se procedió al cierre de la puerta principal del campo donde se encuentran las taquillas, lugar que era utilizado por los jóvenes algecireños para "hacer botllón".

Herrera prometió arreglarlo
Mucho se ha hablado sobre las posibiles soluciones para que estos desmane no volviera a producirse.
Así, en su momento, el alcalde de la ciudad, Tomás Herrera anunció una inversión de 1.200.000 euros para hacer el cerramiento perimetral del estadio, capita´que iba a ser aportado por el Fondo de Inversión Local para el empleo del Gobierno Central y la Junta de Andalucía y cuyas obras "comenzarían en muy poco tiempo".
Una obra faraónica, de la que nunca más se supo nada