El que conservaba alguna duda sobre el Algeciras después del verano se fue ayer del Nuevo Mirador sin despejarla. Y el que no la tenía le surgió. El conjunto albirrojo pasó de dominador a dominado y, tras adelantarse en el marcador en una primera mitad excelente, se vio desbordado por el Cádiz B en la segunda. En un encuentro que tenía encarrilado lamentó un empate que bien pudo ser una derrota, cuando tras el descanso quedó a merced de un rival al que había sometido con anterioridad. Y en la grada la gente pasó de lanzar guiños de aprobación a bajar la cabeza defraudada. Las próximas jornadas dirán quién es el Algeciras en realidad.
Concentrado y con las ideas muy claras, la primera parte la saldó el conjunto algecirista de forma notable. Desde el primer minuto se hizo con el control del balón y toque a toque -ese es su estilo esta temporada- se aproximó a ratos con bastante peligro a la portería defendida por Álex. En el centro, Javi Chico impuso su calidad para jugar y hacer jugar a sus compañeros con la ayuda de Dani Venegas. Juanjo fue de menos a más y sirvió tres o cuatro balones desde la banda. Atrás, Mena no tuvo demasiadas complicaciones en el costado derecho, Berlanga se mostró expeditivo y Álvaro Benítez, inteligente. El debutante Edén, jugador del filial que actuó por la otra banda, parecía que llevara cincuenta partidos en Tercera. Con todo lo mejor se vio a la falda de la tribuna, donde Willy estuvo enorme y Alvi, letal en sociedad con un Francis que quizás fue el que más trabajo dio a los amarillos moviéndose en la media punta, trabajador cuando tenía que ayudar en la media e incisivo a la hora de atacar.
Todo funcionaba por entonces a la perfección. Por entonces.
En el minuto 2, el meta visitante Álex ya tuvo que intervenir en un lanzamiento de Juanjo. Cuatro más tarde el algecirista centró al corazón del área, Francis remató en el aire con el exterior del pie y el balón se estrelló en un poste. Dos minutos después Alvi lanzó un chut desde la izquierda que Álex detuvo. Era el prólogo de un gol que se mascaba en el ambiente. Llegó en el minuto 11, cuando Willy se sacó de la chistera un pase en profundidad que Alvi alcanzó a tocar lo justo para superar en la salida al portero cadista.
A partir del ahí, el Algeciras bajó en intensidad y el Cádiz B acabó por hacerse con la pelota, aunque aquello no se tradujo en demasiado peligro para un Mateo que se mostró muy seguro toda la noche. Todavía no llovía demasiado.
Antes de que acabara la primera mitad, Alvi pudo marcar el segundo. Lo falló de manera incomprensible, se diría, después de mandar fuera un servicio de Juanjo que remató de cabeza en el punto de penalti.
Pero con la inercia de la primera mitad, y la entrada de Cuero, el Cádiz B fue adueñándose del centro del campo y anuló a un Algeciras que por momentos ni las veía venir. Tanto que Yiyi optó por retirar a Francis y dar entrada a Alexis, recién salido de una gastroenteritis, porque el conjunto albirrojo necesitaba recuperar el balón. El conjunto visitante, con una marcha más que en la primera mitad, apretó con ímpetu a un Algeciras que lo pasaba mal para frenar las acometidas de su adversario. Juanma Carrillo introdujo a Cavilla y Rubén y su equipo ganó en velocidad y en verticalidad, logró que el balón discurriera rápido de un campo al otro, sin opciones a los que la tocan. El Cádiz B imprimía el ritmo y el Algeciras sufría sin el balón.
Con todo el que con más claridad pudo marcar en esos primeros minutos fue el Algeciras. En el minuto 70 Alvi se internó en el área y fue derribado por los centrales cadistas. El árbitro no pitó un penalti que pareció claro desde la grada.
El barreño Tiri, capitán del cádiz B, pudo lograr el empate en un lanzamiento de córner que cabeceó fuera por poco. La insistencia de los amarillos, que vivían sus mejores minutos, les llevó a obtener el premio del gol. Fue en el 76' cuando un balón bombeado desde la derecha no lo cazó ningún defensa local y cayó a los pies de Florencio, que batió a placer a Mateo. En el 79' Cuero perdonó el segundo a los albirrojos y en 82' Mena sacó el balón en la línea de gol a un lanzamiento del colombiano. El Algeciras estaba desbordado, incapaz de frenar a un adversario que lo superaba en todo. Rubén pudo marcar en una contra que el Cádiz B montó cuando Cuero le robó el balón a Berlanga mientras lo subía.
El partido se rompió conforme se acercaba el final. Entró José Carlos y el Algeciras se encomendó a él para llevar el balón al área contraria. Era ese arreón final que tantas veces se ha visto en el Nuevo Mirador y que a veces acaba bien y a veces no. Esta vez resultó lo segundo.
Linense - Algeciras C.F.
Hace 8 años
1 comentario:
Bueno segun las cronicas no jugasteis mal , empatar no es malo pero en casa no se pueden perder muchos puntos ¡ saludos ¡
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