Cuando el concejal se viste de traidor

De todos es sabido la actual mala relación entre el Algeciras C.F con su presidente Bernardo Martín Godoy a la cabeza y el Patronato Municipal de Deportes de Algeciras comandado por el concejal de deportes Julio Martínez Firvida. El nuevo lío no es solo por ver quien tiene el poder sobre los anexos de La Menacha que son competencia legitima del Algeciras C.F y donde el club rojiblanco suele hacer los partidos de las categorías inferiores como bien saben todos los seguidores del club, ahora a este lío entre las dos partes se suma una aun mas importante y que realmente rabia a la sufrida afición y a la directiva, y es que la genial idea de Julio Martínez Firvida no es otra que arreglar de la noche a la mañana y sin contar con el club, el fondo norte del nuevo mirador trastocando la idea de la directiva y de la afición de poner a los seguidores linenses en preferencia y habilitando por supuesto la zona especifica antes nombrada.

El concejal que por otra parte lleva 3 años sin asistir a una asamblea del club algecireño, declaro en los medios de comunicación, linenses y algecireños, que el fondo esta en perfecto estado de utilización y dejando por el suelo toda expectativa de ingresar un dinero extra que vendría excelentemente en las arcas del club rojiblanco, además de devolverle a la afición blanquinegra todo lo producido en el partido de ida, un partido en el que los aficionados algecireños vivieron un autentico infierno de insultos y penurias al mismo tiempo que vio perder al club de sus amores.

Muchos defensores o quizás amigos del concejal intentan desviar la atención en foros y paginas con temas sobre donde las subvenciones entregadas por el concejal o porque utiliza el club instalaciones municipales, pero la verdadera realidad es que el problema no es del club sino de una persona que aplaudió la decisión de seguir adelante en ese amargo agosto de hace dos años y el cual parecía colaborar con el club, ha destapado su verdadera realidad, la de un traidor que solo mira por un interés y no por el de una afición humillada que ha luchado día a día por creer en la victoria, llegando a estar unido con el equipo en los peores momentos como fue el descenso a la categoría andaluza.